El corrector de ojeras, tu mejor aliado
Si tienes ojeras, en tu neceser no puede faltar un corrector de ojeras. Este socorrido producto tiene el poder de disimular ese antiestético problema de forma rápida y efectiva pero como en todo, existen una serie de trucos que te ayudarán a sacarle el máximo partido. En Samar Wellness Center, de Valladolid os decimos como.
Entre todos los tipos que existen, ¿cuál es el más adecuado para mi tipo de piel?
Pues en la elección de tu corrector de ojeras debes tener en cuenta dos factores:
– Tu tipo de piel.
– El color de tus ojeras.
Estos dos factores son vitales para conseguir los resultados que estamos buscando. Analicemos cada uno con detalle.
En función del tipo de piel
Analiza cómo es tu piel en el contorno ocular. Dependiendo de sus características deberás escoger el corrector que más se ajuste a ellas. Existen diferentes texturas y presentaciones pero, por norma general, los diferentes tipos cumplen unas características generales.
Los correctores líquidos son muy fáciles de aplicar. Ofrecen una cobertura menor aunque es resultado es más natural. Suelen adaptarse bien a todo tipo de pieles, aunque son ideales para las pieles jóvenes y grasas ya que dan menos brillos. Su textura líquida no aporta una larga duración pero son cómodos y fáciles de retocar.
Las pieles secas prefieren los correctores en crema ya que suelen ser más grasos y cubrientes. Ahora bien, necesitarás una buena hidratación para evitar que el corrector se cuartee y marque pequeñas arruguitas.
Los correctores en barra son los que aportan mayor cobertura pero también son los que se ven menos naturales. Suelen ser productos de uso profesional y de aplicación un tanto laboriosa para empezar con ellos.
En función del color de tu ojera
¿Recuerdas el post en el que hablábamos de la importancia del subtono de piel a la hora de escoger tu base maquillaje? Pues con el corrector ocurre exactamente lo mismo. Aunque a priori te parezca que todos los correctores tienen un color más o menos parecido, la verdad es que cada uno presenta un subtono específico que ayuda a corregir el color de la ojera. En este caso, debes buscar un subtono complementario al color de tu ojera para así neutralizarla y hacerla menos visible. Veámoslo con mayor detalle.
Guía de colores para escoger el corrector ideal
Aunque lo mejor es que una maquilladora profesional te aconseje, te damos unas pautas para que puedas escoger el color de corrector que fulmine tus ojeras.
Así, para las ojeras azules hay que utilizar un corrector con subtono anaranjado para contrarrestar el color azulado. Para ojeras violáceas, lo mejor es utilizar un corrector amarillo y para ojeras verdosas el más adecuado es el tono rosado que contrarrestará el color verde.
En cambio, si las ojeras son marrones lo mejor es que vayas directamente a la gama de los correctores beige y busques uno que esté no más de dos tonos por debajo de tu base de maquillaje.
¿Cuál es la mejor manera de aplicarlo?
Antes de iniciar la aplicación del corrector debes asegurarte de que has preparado la zona. Lo primero que debes hacer es hidratarla aplicando tu contorno de ojos. Es importante que mantengas la zona hidratada para alargar la duración del corrector, evitar que se cuartee a lo largo del día y proteger la delicada piel del contorno de los ojos.
Puedes aplicarlo debajo o encima de tu base, dependiendo de lo mañosa que seas y del efecto que estés buscando. Ambas opciones presentan ventajas e inconvenientes así que tu serás quién decida como hacerlo.
Si aplicas el corrector antes del maquillaje corres el riesgo, si no eres muy mañosa, de eliminarlo cuando apliques la base. Por otro lado, al estar la piel completamente desnuda, tenemos tendencia a aplicar más cantidad de corrector de la que realmente necesitamos, enmascarando ligeramente el resultado. En cambio, este tipo de aplicación permite que el corrector se funda mucho mejor con la base dándole un acabado más homogéneo.
Aplicar el corrector encima de la base requiere un poco de maña a la hora de fundirlo con el maquillaje para que la línea de corte sea totalmente imperceptible. En cambio, como ya has aplicado la base, necesitarás menos cantidad de corrector para conseguir un resultado satisfactorio. Al realizar una pre corrección de la ojera con la base, verás dónde realmente tienes mayor necesidad de cobertura, así evitarás aplicar corrector en zonas innecesarias. Además, uno de los efectos del corrector es aportar luz y muchas veces, al aplicar la base encima, perdemos ese efecto de luminosidad.
Cuando apliques el corrector ayúdate de la yema de tu dedo anular para fundirlo con la piel dando pequeños toquecitos. El calor de la yema de tus dedos hará que el producto se funda rápidamente dejando un aspecto mucho más natural.
Evita aplicar el corrector en toda la zona de manera sistemática. Selecciona cuales son las zonas oscuras que necesitan corrector y no lo apliques en las zonas claras. De lo contrario, aclararás excesivamente la zona y provocarás el efecto contrario, captarás la atención en las zonas que quieres disimular.
Por último, hayas decidido aplicarlo antes o después del maquillaje, debes fijarlo con polvos para que se mantenga intacto durante mucho más tiempo. No abuses de los polvos en esta zona ya que marcan las arrugas y restan frescura a la piel.
Entonces, ¿sabes ya cómo disimular tus ojeras?